viernes, 21 de octubre de 2011

FASE I

Estimados compañeros de viaje, me encuentro en la primera fase de mi plan. En esta fase trato de tomar tierra en el centro Dayon. En estos momentos estoy estudiando su enfoque sobre las dificultades escolares con las que nos encontramos a diario. He redactado un artículo sobre su "enfoque preventivo", pilar básico para entender el posicionamiento del centro. De esta manera colaboro con el centro ya que este artículo se publicará en su página y en un pequeño periódico educativo que hacen en la ciudad. Espero que os guste.

EL PATRÓN PREVENTIVO


Toda persona que sabe algo, por poco que sea, acerca de la escuela, sabe que sólo un
dos por ciento( 2%) de los niños carecen de capacidades para aprender todo lo que se necesita para obtener el título de la E.S.O.
¿Por qué uno de cada cuatro (25%) estudiantes abandonan, fracasan o no obtienen ese título básico, elemental, instrumental y condicionante también para el futuro personal y social? ¡Decepcionante en el presente!

El FRACASO ESCOLAR no se produce, generalmente en la ESO. Es, más bien, un PROCESO. Todo proceso tiene un principio –ORIGEN- un desarrollo y una evolución que puede cerrar el proceso o no…

Nos vamos a centrar en el ORIGEN porque es en él donde se sitúa el patrón preventivo.

La escuela es un medio humano convencional, artificial, no natural. En nuestro código genético no constan “genes escolares”. Nuestro complejo sistema reflejo al nacer, tampoco prepara específicamente para la escolaridad; pero sí prepara para la postura eréctil, los movimientos, el lenguaje, las destrezas manuales, el equilibrio, la coordinación, la orientación e incluso la audición, la visión y muchas más capacidades; todas las cuales también aprovecharemos para nuestro convencional aprendizaje escolar.
¡Bueno, bonito y barato!, ¡Loable aprovechamiento!

Pero… ¿Quién nos garantiza que todas esas capacidades están bien desarrolladas en TODOS los niños para que colaboren en unos aprendizajes complejos a los 6, a los 5, a los 4… años de edad?

Afortunadamente los niños no son clones de un mismo patrón, ni son robots ni máquinas salidas de una cadena de montaje.

Hemos fabricado una escuela tipo cadena de montaje en el comienzo, en su desarrollo y con una evolución estándar para su terminación = la ESO (obtención del título).

Los niños son tan diferentes que nos desbordan y UNO de cada CUATRO (el 25%) se nos han quedado por el camino.
- ¿Torpes, vagos, incapaces, problemáticos, malcriados, inmaduros, deficientes?
- No, ¡¡diferentes!! No son clones, no son tornillos; ¡son niños!

EL PATRÓN PREVENTIVO propugna solamente dos principios básicos:
1. Mirar al niño de manera diferente.
2. Ayudar a cada niño en aquello que necesita, lo antes posible.


TENEMOS QUE MIRAR AL NIÑO DE MANERA DIFERENTE.

El “Patrón Preventivo” pide a los padres, a los maestros, a los profesores, a los pediatras, a los trabajadores sociales, etc. actitudes y aptitudes de observación:
- Mirar al niño también con nuestros oídos y con nuestro cuerpo.
- Escuchar al niño también con nuestros ojos y nuestras manos
- Hablar al niño también con nuestro ejemplo y con el corazón.

• Necesitamos VER (para ver bien hay que saber mirar) no sólo al estudiante, al paciente, al niño o al hijo; necesitamos ver a la persona en desarrollo. Porque no es lo mismo el crecimiento (años, estatura, salud, peso,…) que el desarrollo (hitos, logros, emociones, evolución, capacidades, adquisiciones, destrezas, habilidades,…).
• Necesitamos preguntarnos: - Primero a nosotros mismos por lo que vemos, lo que sabemos, lo que hacemos,… - Después preguntar a otros por lo que no hemos podido responder-nos, por lo que no sabemos y por lo que no funciona de lo que hacemos.
• La persona en desarrollo va a la escuela: Lo natural es aprender, lo artificial es la escuela. Natural y artificialmente aprendemos con nuestro cuerpo. Aprender implica a todo el cuerpo e incluye: - Unas vías (sentidos internos y externos) de entrada de la información en el cerebro. – Un procesador (cerebro) de la información que ha entrado. – Unas vías de salida, que suelen ser musculares (movimiento, lenguaje y función manual).
• Necesitamos MIRAR ese cuerpo instrumento del “ser humano que aprende”; MIRARLE como ya se ha dicho, y en la escuela mirar NO SOLAMENTE las salidas, las respuestas, lo que hace o no hace el niño,…
Tenemos que mirar el proceso completo:
- La información que no entra bien, no puede salir bien ¿cómo están esas vías de entrada (sentidos) cuando el niño no aprende bien?
- ¿ Qué forma(s) de procesamiento de la información tiene este niño?
- ¿Qué habilidades y destrezas consigue mejor, peor o no consigue?
- ¿Por qué?: ¿Entradas, procesamiento, salidas?: OBSERVAMOS y analizamos, comprobamos y concluimos con qué debemos hacer. Nunca, nunca, dejarlo seguir así, sin más…

AYUDAR AL NIÑO EN LO QUE NECESITA:

En un mundo con hiperestimulación sensorial, el cuidado de los sentidos cobra una dimensión excepcional.
El niño, el escolar recibe la información por sus sentidos y éstos pueden no ser perfectos, pueden funcionar mal, pueden no estar integrados, pueden tener alteraciones, se pueden dar situaciones diversas que dificultan la recepción, la transmisión, la percepción, la interpretación, etc. de la información (si la información llega mal al cerebro, es difícil que la salida sea un buen producto).

Un ejemplo que nos afecta a todos: El ojo humano está hecho para mirar lejos, a distancia, de frente y con visión estereoscópica. Casi todos, niños y mayores, miramos, fijamos la vista demasiado tiempo de cerca y en visión convergente y plana (TV, la play, el móvil, libros, ordenador, etc.).

Estamos violentando la naturaleza; pero además ¿qué ocurre cuando ya hay algún tipo de alteración de la visión en un niño? ¿cómo puede estar afectando a su aprendizaje, a su escolaridad, a su comportamiento? Necesita que le observemos y que le ayudemos a solucionarlo. Hay profesionales para ello pero nosotros tenemos que darnos cuenta de que algo no funciona bien.

Hay niños cuya audición está alterada, unas veces por exceso y otras por defecto de audición. Puede oír ruidos que le perturban, puede no percibir o no diferenciar algunos sonidos, fonemas, tonos, timbres o modulación. En el aula escolar todas, o cualquiera de esas alteraciones son un gran obstáculo para el niño que, puesto que él siempre oyó así, no sabe que lo suyo es una dificultad y que está perdiendo mucho de lo que sucede en el aula … Nuestra OBSERVACIÖN detectará que necesita ayuda. Hay especialistas y medios para resolverlo pero nosotros tenemos que darnos cuenta de que algo no funciona bien.
El cuerpo, las reacciones, las respuestas o acciones del niño son un escaparate donde se pueden captar infinidad de datos. Tenemos que formarnos para CAPTAR, es el primer paso para poder ayudar.

Un niño que presenta dificultades para aprender a leer a los 6 años (si esas dificultades las tiene antes de los 6 años es porque le estamos forzando), es un niño a quien se debe observar, no ya en la lectura, sino en sus condiciones físicas y posturales, sus sentidos de la audición y de la visión, y también si tiene activos algunos de sus Reflejos Primarios. Necesitamos aprender a observarlo.

Importa mucho eliminar las posibles barreras en su aprendizaje, importa mucho menos que empiece pronto a leer. Lo menos apropiado es insistir, machacar la(s) técnica(s) concreta(s) que le cuesta(n). Es lo que llamamos “más de lo mismo”. Con el “más de lo mismo” muy a menudo logramos que el niño evite, rechace y aborrezca tanto esfuerzo, a veces acompañado de recriminaciones que con frecuencia se traducen en deterioro de su autoimagen, en bajo autoconcepto, en considerarse torpe y en hacerse vago (no en ser vago).

Generalmente el niño no tiene recursos de autosuperación, ni sabe nada de sus barreras, ni entiende qué le ocurre y, menos aún el por qué a su alrededor crea mal ambiente por no leer bien, por escribir mal, porque no se fija, porque habla mal, porque no se concentra, no, no, no … ¡Pero si él hace todo lo que puede! (a veces más de lo que puede).

- Sus sentidos, en algún punto, le están dando mal la información. ¡¡Ayuda!!
- Sus pobres habilidades motrices no le permiten producir buenas respuestas. ¡¡Ayuda!!
- Sus Reflejos Primarios no inhibidos son barreras muy difíciles de superar. ¡¡Ayuda!!
- Sus dominancias kinestésicas le dificultan escuchar, fijarse visualmente en los detalles, etc. ¡¡Ayuda!!
- Su tono muscular no le da facilidades para moverse con eficacia. ¡¡Ayuda!!
- Su sistema vestibular (el GPS) no funciona correctamente, está poco desarrollado; le llevará a cualquier parte…¡¡Ayuda!!

¿Desde qué ámbito o ámbitos nos está diciendo: ¡¡ayuda!!?

No es vago, no es torpe,…puede incluso ser bastante o muy inteligente y aprender con soltura algunas cosas o muchas cosas, pero…”tal cosa, tales habilidades, tales asignaturas,…”

EL PATRÓN PREVENTIVO trata de resolver las dificultades tan pronto como sean observadas, pero¡¡HAY QUE OBSERVAR!! Y aprender a VER dónde está la base, el principio, la raíz de los problemas de aprendizaje. No bastan los síntomas, no es recomendable el “más de lo mismo”.
La ayuda, el remedio hay que situarlo en la base, en la raíz del problema o dificultad. Tratar de quemar etapas suele quemar niños también.
La base la forman: Los Reflejos Primarios, el movimiento y los sentidos (especialmente la visión y la audición). Son las primeras instancias que debemos analizar cuando observamos algo que no va bien en el niño.

Hoy conocemos mejor el funcionamiento del aprendizaje. Las neurociencias nos han aclarado los procesos neurológicos y éstos tienen un orden ya que son naturaleza. Si un elemento del sistema no funciona bien, todo el proceso se resiente.
Un niño con dificultades va sumando barreras a lo largo del tiempo, en algún momento el aprendizaje se colapsa.

EL PATRÓN PREVENTIVO, cuidando el desarrollo de las vías de entrada de la información, atendiendo al procesador y trabajando las vías de salida o expresión de la información, PREVIENE que se colapse el sistema del aprendizaje, no se producirá el fracaso.

Si queremos un cambio, debemos dar el primer paso.

PLAN REVISADO